Astromarino
óleo 70x50
No logro apartar mi mirada de ti, mientras el día me arrastra a lo alto y te tornas en verdes y azules. Pasas el tiempo retratándome sobre tu piel, esforzándote inútilmente por armar mi imagen con los pedazos trillados que te quedan de mí.
Nunca alcanzo la certeza de saber si brotas de mí o si soy yo quien se disuelve en tus aguas ardientes; si el fuego de mi alma enciende tu hoguera crepuscular o ambos nos apagamos cada tarde bajo el manto del cielo anochecido. Lo cierto es que de alguna forma también me recuerdas, por eso ruges con furia, te inflamas, te revuelcas procurando alcanzarme y en las tardes cuando tu cercanía me estremece, desangro en el cielo la esperanza de volver a besarte al menos unos instantes antes de caer en el embrujo del sueño… aunque al despertar sólo conservo el leve recuerdo de haber dormido entre tus brazos y la sensación vaga de haber abierto los ojos alguna vez para percibir que en realidad somos Uno…
